En
la tercera sesión de la materia Didáctica de enseñanza de las lenguas
extranjeras estuvimos viendo las distintas variables de la enseñanza de las
lenguas extranjeras.
Entre
las principales destacan las características del alumnado, las características del
centro educativo y las necesidades y objetivos del proceso de aprendizaje.
Todas
estas variables os las describo en el siguiente muro colaborativo que elaboré
con la herramienta Padlet (de la que ya os hablaré más adelante).
Dentro de las características de los/las alumnos/as, me llamó la atención el tema del concepto del error, del que me gustaría profundizar.
Antes
de nada, quisiera diferenciar entre error
y falta, ya que, en muchas
ocasiones, son términos confusos.
Un
error es aquel rasgo de la producción oral o escrita de
los aprendientes que se desvía del propio de la lengua meta y la falta sería un tipo de error de
actuación debido a una circunstancia (por ejemplo, la presión ó el
nerviosismo). En el aula, el/la docente debe ser consciente de la importancia
del error y tener en cuenta las características del grupo-aula, porque no a
todo el alumnado le afecta de igual forma. Hay un determinado tipo de
estudiante que le puede generar miedo, estrés o nerviosismo y a otro que le
motive más. Entonces, ¿cómo deberíamos tratar el error en el aula para que el
alumnado no le afecte negativamente?
Bien,
el papel del/de la docente sería guiar y proporcionar herramientas al/a la
estudiante para que avance en el proceso de aprendizaje y aprenda a ver el
error como algo positivo, que le ayuda a progresar. Esto es una tarea que
requiere mucho tiempo y el uso de distintas estrategias, como las que os
comentaré a continuación.
Las
estrategias más frecuentes a la hora de corregir un error en el aula son las
siguientes, según A. Clavel:
A esta lista se sumarían los errores de adición, de yuxtaposición; errores de simplificación; errores de diversión; errores pragmalingüísticos o los errores no verbales.
Para finalizar, si os interesa saber más sobre este tema, os recomiendo que leáis este artículo del Instituto Cervantes.
Al
igual que hay muchas clases de alumnado, también existen varios tipos de
errores que os los describo muy brevemente en la siguiente infografía.
A esta lista se sumarían los errores de adición, de yuxtaposición; errores de simplificación; errores de diversión; errores pragmalingüísticos o los errores no verbales.
Para
evaluar el error, el/la profesor/a debe tener claro los objetivos y las
necesidades de su grupo-aula y tener presente que los criterios de evaluación
variarán según sea la gravedad de errores. De esta manera, aquellos errores que
impidan la comunicación serán considerados los más graves y aquellos errores en
la estructura, los menos graves.
No
existe un modo único que solucione la dificultad de enfrentarse al error, pero
lo que sí hay son mecanismos que ayuden a ello. Os presento algunos de ellos:
Para finalizar, si os interesa saber más sobre este tema, os recomiendo que leáis este artículo del Instituto Cervantes.
¿Qué
os ha parecido esta entrada? ¿Tenéis otras formas de tratar la corrección del
error? ¿Cuáles? ¡Espero vuestros comentarios!
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