El tratamiento del error en el aula

martes, 9 de febrero de 2016
En la tercera sesión de la materia Didáctica de enseñanza de las lenguas extranjeras estuvimos viendo las distintas variables de la enseñanza de las lenguas extranjeras.

Entre las principales destacan las características del alumnado, las características del centro educativo y las necesidades y objetivos del proceso de aprendizaje.
Todas estas variables os las describo en el siguiente muro colaborativo que elaboré con la herramienta Padlet (de la que ya os hablaré más adelante).

Dentro de las características de los/las alumnos/as, me llamó la atención el tema del concepto del error, del que me gustaría profundizar.
Antes de nada, quisiera diferenciar entre error y falta, ya que, en muchas ocasiones, son términos confusos.
Un error es aquel rasgo de la producción oral o escrita de los aprendientes que se desvía del propio de la lengua meta y la falta sería un tipo de error de actuación debido a una circunstancia (por ejemplo, la presión ó el nerviosismo). En el aula, el/la docente debe ser consciente de la importancia del error y tener en cuenta las características del grupo-aula, porque no a todo el alumnado le afecta de igual forma. Hay un determinado tipo de estudiante que le puede generar miedo, estrés o nerviosismo y a otro que le motive más. Entonces, ¿cómo deberíamos tratar el error en el aula para que el alumnado no le afecte negativamente?
Bien, el papel del/de la docente sería guiar y proporcionar herramientas al/a la estudiante para que avance en el proceso de aprendizaje y aprenda a ver el error como algo positivo, que le ayuda a progresar. Esto es una tarea que requiere mucho tiempo y el uso de distintas estrategias, como las que os comentaré a continuación.
Las estrategias más frecuentes a la hora de corregir un error en el aula son las siguientes, según A. Clavel:



Al igual que hay muchas clases de alumnado, también existen varios tipos de errores que os los describo muy brevemente en la siguiente infografía.

A esta lista se sumarían los errores de adición, de yuxtaposición; errores de simplificación; errores de diversión; errores pragmalingüísticos o los errores no verbales.
Para evaluar el error, el/la profesor/a debe tener claro los objetivos y las necesidades de su grupo-aula y tener presente que los criterios de evaluación variarán según sea la gravedad de errores. De esta manera, aquellos errores que impidan la comunicación serán considerados los más graves y aquellos errores en la estructura, los menos graves.
No existe un modo único que solucione la dificultad de enfrentarse al error, pero lo que sí hay son mecanismos que ayuden a ello. Os presento algunos de ellos:

Para finalizar, si os interesa saber más sobre este tema, os recomiendo que leáis este artículo del Instituto Cervantes.
¿Qué os ha parecido esta entrada? ¿Tenéis otras formas de tratar la corrección del error? ¿Cuáles? ¡Espero vuestros comentarios!

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Estrategias de innovación docente en el campo de las lenguas extranjeras by Ariana Peiteado Alonso is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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